lunes, 7 de marzo de 2011
La realidad de Hebe.
- Quizás te impacte. No es un cuento, es una verdad. Ella es Hebe y esta es su historia.
Hebe nació un 28 de octubre en Chubut sus padres biológicos la dieron en adopción quizás no podían mantenerla. En Córdoba una pequeña familia que no podía tener hijos la adopto. Creció viviendo un tormento su padre era un militar alcohólico, su madre una mujer sometida al maltrato sin un centavo en sus bolsillos que jamas conoció la felicidad y no iba a dejarlo lo amaba después de todo se había acostumbrado a los golpes y moretones que él le proporcionaba, era parte de su rutina.
Luego de un par de años resuelven separarse, la relación no podía continuar. Su padre se fue de casa y las dejo a su suerte, debes en cuando le hacia una visita y un poco de dinero les entregaba. Apenas podían comer pero a su padre eso no le intereso. Sumergidas en la pobreza su madre decide llevarla a vivir con su abuela en donde tenían una habitación disponible para ellas. En esa casa paso sus años, creció en dolor.
Al tiempo su madre conoció alguien parecía ser el indicado, era un arquitecto de buenos ingresos económicos con quien tuvo una preciosa hija, su madre envuelta en felicidad no lo podía creer, los médicos le habían dicho que era infertil pero se habían equivocado.
Vivían en un departamento que se ubicaba en el centro, al parecer todo esta yendo bien a excepción de que ella sentía celos por su nueva hermanita pero era cuestión de tiempo para acostumbrarse a la nueva integrante. Pero eran solo apariencias el tipo era un monstruo, no solo molía a golpes a su mamá si no que era un adicto, llevaba una vida nocturna gastando dinero de casino en casino, hasta que todo lo que tuvo lo perdió, entro en una crisis de la que no pudo salir durante años y perdió su trabajo y su familia. Ellas tuvieron que volver a casa de su abuela con una integrante más su hermanita.
Así pasaron los años, viviendo una pesadilla con marcas en sus cuerpos y sus almas. No había quien cure sus heridas, ni seque sus lagrimas.
Hasta que a los 15 años Hebe conoció la droga, la cocaína era su salvación la única que podía hacerla sentir bien, la única que podía cambiar la manera de ver su realidad. Mientras su hermana jugaba a las muñecas ella aspiraba en su habitación con la esperanza de que eso le saque su dolor.
Y se equivoco, la solución no era escaparse a sus problemas; la solución era enfrentarlos pero nunca tuvo el valor, la droga era el camino más fácil. Fácil de entrar pero casi imposible de salir.
Desde entonces la cocaína se convirtió en su fiel amiga y consejera, sus actitudes cambiaron ya no era la misma, se había convertido en una adolescente problemática, dejo la secundaria. A los 19 años tuvo su primera hija pensaron que eso la mantendría en casilla de nuevo; pensaron y se equivocaron. El rol de madre lo cumplió solo por un tiempo, luego cayo otra vez en el mundo de las drogas ahora con tres hijos encima.
Su vida era un tormento de nuevo, estaba sentenciando a sus hijos al sufrimiento, de hecho lo hizo pero a ella no le interesaba nada más que su marca de heroína. Así fue como los perdió, los nenes pasaron en manos de sus abuelas, el padre de los pequeños tenia otra vida con otra mujer y otro hijo, no tenia tiempo para ocuparse de ellos, muy cruel de su parte.
Pero nadie sabia que en el vientre de Hebe había una semilla creciendo, el padre era un drogadicto que la maltrataba, Hebe estaba siguiendo la suerte de su madre con los hombres y no se daba cuenta.
Ella lo perdió todo, no tenia casa, no tenia comida ni trabajo, no tenia a sus hijos consigo, lo único que le quedaba era ese pimpollo floreciendo en su panza y ese hombre que la amaba con locura pero que la castigaba a golpes cuando aparecía drogado. Tuvo su nueva hija en la miseria, su mamá no quería y no podía ayudarla más, ya había hecho todo lo que tuvo a su alcance para encarrilar a su hija sin ningún éxito. Era muy doloroso ver a su hija en esas condiciones, tanto que prefirió mirar a un lado.
Hebe se quedo sola, con su beba y sus recuerdos sus dolorosos recuerdos. Debes en cuando trata de salir a flote pero siempre vuelve a su fiel consejera y amiga, a la droga. Pueden encontrar a Hebe en las calles de la cuidad tratando de arreglar su vida, con sus hijos sufriendo el cruel destino que les toco.
Etiquetas:
Mi hermana,
Una dura realidad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Que entrada tan emotiva, casi lloro u.u
Esta entrada es muy fuerte, como la historia.
Qué historia mas fuerte, es terrible. Y pensar que esas cosas pasan realmente. Ojalá Hebe pueda mejorar, pueda construír de su vida una mejor, no me cabe duda que la vida dá muchísimas oportunidades, y que una de esas va a servir, efectivamente.
Un beso grande señorita, a usted y a su caniche novio.
holaa
realmente hermosa tu entrada.
Aprovecho la visita para desearte un
Feliz Día de la Mujer!!!
Un abrazo gigante
Faa qe entrada u.u siempre el camino más fácil es el peor, nos caga la vida. Y mucha gente hoy en día se tira al facilismo, cuando esforzandose pueden llegar a la verdadera felicidad, no digo qe hay algo qe dure mil años, pero sin esas preocupaciones es lo mejor u.u un beso enorme, qe andes bien (:
Publicar un comentario