martes, 19 de julio de 2011

Memorias que sangran.

Cientos y cientos de hojas en blanco sin nada que decir, sin nada que escribir tan vacías como el eco de un corazón roto. Quise plasmar en hojas y gritar al mundo lo que a mi alrededor acontecía pero me negué ciegamente como si eso cambiara las cosas, como si eso ayudara a sanar las heridas que me produjeron tanto dolor. Llore noche tras noche tratando de olvidar todo lo que alguna vez me hizo mal, trate de que en una lagrima ese dolor se desvaneciera pero siguen tan intactos como ayer, son hechos que van a estar conmigo toda la vida recordándome que no hay dolor que pueda destruirme si no que esos dolores me llevan a ser quien soy en realidad y que día tras día me hacen más fuertes.
No puedo escapar de mi realidad, estoy atascada en un profundo pozo de frustración, de ira contra mi y contra todo lo que alguna vez deje ir. Mi alma esta apagada desde hace tiempo y no se si alguna vez se vuelva a encender, mi sombra me recuerda la soledad que inunda mis días.
Quiero relatar en un trozo de papel que es eso que duele tanto y transformarlo en un hermoso poema pero no me atrevo quizás por temor a enfrentarme cara a cara con el dolor y no tener valor de afrontarlo; hasta ese entonces seguiré guardada en un caja de hierro bajo siete llaves oculta de todo aquello que pueda lastimarme.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Header image by sabrinaeras @ Flickr